miércoles, 14 de septiembre de 2011

En épocas de Iphone, GPS, Blackberrys y demás...

Supongo que lo único que nunca se acaba en el ser humano es la capacidad para sorprenderse de lo que jamás pensó que: pasaría, existiría, conocería... y especialmente... vería.
Esto fue lo que yo ví cuando me senté en el asiento trasero de un taxi:

En caso de que no logren entender claramente lo que quiero mostrarles, aquí lo señalo:


Just in case... es un teléfono de carro!!!!! no es un Iphone, no es un Blackberry, no es un LG o Samsung o Nokia o etc...
Funcionará? (no me atreví a preguntar)

La "mascota"

Normalmente uno suele ir por la calle y ver que la gente pasea a su mascota, la cual suele ser un perro, me imagino que sólo por el hecho de poder entrenarlo y llevarlo con control por la calle.
En cualquier caso, las mascotas suelen ser divertidas, en general bonitas... y en el mejor de los casos son seres vivos.
Pues este post está dedicado a todas aquellas personas que salen de lo normal y en vez de salir a pasear con un perro, salen con.... UNA ASPIRADORA! a la foto me remito
Vale decir que esto fue en la entrada de un centro comercial, en una importante zona financiera...

viernes, 1 de julio de 2011

El tema del tema

Estando reunida con un grupo de profesionales de mi área, escuché la siguiente intervención:
"Todo es un tema.
Hay varios temas. El tema es que ella tiene un tema. Su tema es que no sabe cómo resolver ese tema, y otro tema es que el tema no tiene solución".
Punto.
Ahora yo me pregunto:
¿Cuántas palabras tiene aproximadamente el idioma castellano?
R= De acuerdo a una muy básica navegación en la red, puedo deducir que tiene aproximadamente 300.000.
¿Cuántas acepciones o significados tiene la palabra "tema"?
R= Según la RAE: 9. Poco acertados en el contexto de esta intervención. Los pueden consultar aquí: TEMA
¿Cuántas veces, como máximo, se puede/debe repetir la palabra "tema" en una frase o conversación?
R= Esto se lo dejo al gusto de cada hispanohablante... En lo que a mi concierne... cuando se usa de esa manera, simplemente me empalaga...
Pasemos a otro tema.

viernes, 29 de abril de 2011

Y cuando me miran a mi, qué?

Cuando se me ocurrió escribir estos posts, siempre lo hice con la idea de compartir la manera cómo interpretaba lo que pasaba a mi alrededor, y nunca me pasó por la cabeza que alguna vez alguien me miraría a mi tal vez de una manera... cómo decirlo... inquisitiva? escrutadora? rara?
Pues hoy, lo impensado, me sucedió.
Venía yo en mi autobús tradicional camino a mi pueblo, cuando en una de las últimas paradas se sienta a mi lado izquierdo una niña de unos 9 años. Repentinamente siento que hay un par de ojos posados sobre mi. Valga decir que yo estaba actualizándome leyendo los tweets que no puedo recibir cuando estoy en mi oficina desde mi teléfono. Levanto la mirada. No es hacia el frente. Apunto mis pupilas hacia el rabito izquierdo de los ojos.... y la encuentro! La niña me miraba fijamente!
Por mi cabeza pasaron una serie de preguntas buscando el sentido a aquella revisión visual que me estaban haciendo en ese momento, todas muy básicas por supuesto, tales como: ¿será que algo sale inapropiadamente de mi nariz? (es decir: será que tengo un moquito por ahí?) mmmm.... será que estoy demasiado despeinada y realmente llamo la atención (imposible! nunca podría estar tan despeinada como estaba la misma niña mirona!) mmm... será que en este momento está sucediendo un fenómeno metafísico en mi imperceptible y posiblemente muy contaminado campo electromagnético aureo y la inocente niña está captando todo con su enésimo ojo espiritual? (nahhh.... demasiado complicado)
Tal vez se preguntarán cómo terminó el incómodo asunto. Pues yo me pasé la mano por la cara y el cabello para identificar posibles "inconsistencias". Una vez confirmado que la del problema no era yo, me volví a concentrar en la lectura de noticias en formato 140 caracteres. 
La niña nunca me quitó sus incómodos ojos de encima, la madre le hizo una seña, y ella gritó a todo gañote: PARAAADDAAAA!!!

miércoles, 2 de febrero de 2011

La cana omnipresente

Hace escasamente un mes cumplí 30 años. Sabía que aceptarlo no iba a ser cosa fácil; si los 25 fueron duros de aceptar, un lustro después la cosa es más complicada.
Lo cierto es que dos días después de la temida fecha, mientras ponía en orden un corte de pelo experimental, descubrí que la única cana que había tenido en los últimos 5 años se había reproducido sin permiso ni compasión en mi cabeza.
Debo confesar que casi me desmayo, o al menos eso pensé cuando noté que el cerebro me daba vueltas dentro del cráneo.
Respiré profundo y me dije a mi misma que esto era inevitable, y que, además, hay vivirlo con dignidad.
Pero como la rebeldía no acaba en la adolescencia, resulta que ahora la cana primitiva se impone por sobre cualquier otra cosa en mi cabello. No importa si intentas esconderla, peinarla, aplacarla... SIEMPRE ESTÁ AHÍ!!!! ¿Cómo lo logra???? Siento que la gente no puede evitar hablar conmigo pero mirar a esa intrusa que se asoma arriba de mi frente!
Y a mi que siempre me habían dicho que el único omnipresente era Dios...
Suspiro... era inevitable, cierto?

sábado, 15 de enero de 2011

3er mundo vs. otra cosa...

Aeropuerto de Niza, 19/11/2010
Estoy en el aeropuerto de Niza, tengo algún rato aquí y ya comprobé que la calefacción no existe (al menos en esta época del año), así que decido acercarme a una máquina de café para comprar un té caliente. La circunstancia se dio más o menos de esta manera:
  • Estudio la máquina detenidamente para ver todo lo que se puede pedir
  • Agradezco a Dios que hayan puesto imágenes al lado de los nombres, porque sólo entiendo las marcas
  • Me sorprendo al llegar a la lista de los chocolates calientes: wow! es Milka! --> debe ser buenísimo! --> nahhh... demasiado dulce
  • Llego a los tés. Puede ser con leche o sin leche --> pienso: que exquisités!
  • Me decido finalmente por el té lipton: con azúcar, sin leche
  • Veo que sólo cuesta 1,30 euros --> pienso: wow! excelente! pensé que iba a costar como 3 euros!
  • Busco las monedas... --> mierda! tengo los 30 céntimos pero no el euro --> será que da vuelto? (pensamiento del tercer mundo) --> mmm no dice si lo da o no --> mmm a lo mejor es una máquina ladrona como la de la oficina... --> ¿qué más? me voy a arriesgar...
  • Inserto una moneda de 2 euros
  • No se refleja en ninguna parte el monto introducido... ¿será que no la aceptó? (otro pensamiento tercer mundista)
  • Meto los dedos en la ranura del vuelto. No hay nada
  • ¡Seguro que ya me robó la máquina ésta!
  • Nueva sorpresa: la pantalla es touch, alias: digital
  • Toco el círculo que se muestra al lado de la imagen de mi bebida
  • Algo suena dentro de la máquina... parece que se empieza a preparar
  • Miro hacia la bandeja de preparación
  • No hay vaso
  • Pienso: ¡mierda! lo sabía! no se puede confiar en estas máquinas! (pensamiento tercermundista y estrés postraumático)
  • Aparece el vaso. Se descargan los ingredientes del té. La pantalla titila.
  • Recojo mi vaso, con el té caliente que pedí
  • Suenan las monedas que corresponden a mi cambio. Las retiro. Cuento: 70 céntimos. Completo.
Eso es lo normal en un país donde la gente se preocupa porque las cosas funcionen como deberían, ¿no?
... La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida...

El glamour francés... ouch!

Aeropuerto de París - Charles De Gaulle. 19/11/2010
Observo a un señor de alrededor de 50 años, rubio, bajo, vestido con un apretado jean de color gris plomo desvencijado; camisa de manga larga de cuadros en tonos azules y rojos y bufanda gris con rosa. Camina repetitivamente por el mismo pasillo, mirando aparentemente con mucho detalle la sala en la que nos encontramos esperando la salida de nuestro vuelo a Niza.
El personaje en cuestión tiene un detalle muy característico: las cicatrices visiblemente recientes de una cirugía estética para quitar unas cuantas arruguitas. Espero que la expresión que ha mantenido su "refrescado" rostro en los últimos 30 minutos no sea la que permanezca en su imagen, porque parece la de una persona totalmente descontenta con el mundo que le rodea.
Pasa frente a él un joven. Guapo (mucho). 25 años (muy joven). Mi objeto de observación le sigue atentamente el paso con la vista, lo mira, discreta pero firmemente, de arriba hacia abajo. Me pregunto si desea que nadie note las gruesas líneas rojas que se muestran justo detrás de sus orejas.
Mientras tanto, a mi lado izquierdo, una señora con todas las características de "europea" saca de su bolso un cambur que impregna el ambiente con su característico olor. Lo terrible es que debajo de esa cáscara lo que se esconde no es una fruta sino un puré con claros indicios de una próxima y segura podredumbre. Peor que todo lo anterior es que la señora lo devora en dos bocados!!
Paralelamente, a mi lado derecho se encuentra de pie una mujer muy alta, de esas que intimidan a cualquier latina de paseo por Europa. Siempre se ha hablado del glamour de la mujer francesa, pero nunca imaginé que el cabello color fucsia fuese una característica de elegancia.